El 13 de mayo celebramos la festividad de "Nuestra Señora del Santísimo Sacramento." Este es el título dado por San Pedro Julian Eymard a Nuestra Señora para honrarla, ya que como él dijo,  Nuestra Madre Santísima fue la primera y más perfecta adoradora de Jesús. Nuestra Señora adoró a Jesús desde el primer momento que fue concebido en su seno. Durante la vida terrenal de Jesús ella continuó adorándolo. Los primeros Padres de la Iglesia escribieron que después que Jesús ascendió al cielo, San Juan, el apóstol amado, habría provisto la Eucaristía a Nuestra Señora cuando cuidó de ella. Nuestra Señora pasó la mayor parte de sus días y noches en Adoración de Jesús en la Sagrada Eucaristía. En los primeros tiempos de la Iglesia se acostumbraba  reservar la Eucaristía en los hogares de los cristianos. Con su diaria comunión y adoración de Jesús Nuestra Señora estaba más íntimamente unida a Él que durante los años que pasaron juntos en Nazareth.

San Juan Damasceno indica en sus escritos del siglo 6to que "el cuerpo de Cristo en la Sagrada Eucaristía es el mismo cuerpo nacido de la Virgen Maria." Cuando recibimos a Jesús en la Eucaristía recibimos al Hijo de María. Donde encontramos al Hijo encontramos a la Madre en adoración.

Consideren algo más de gran importancia que ocurrió un 13 de mayo. En 1916, presidiendo las apariciones de Nuestra Señora de Fátima, Portugal, un Ángel apareció tres veces. La primera aparición del Ángel a tres niños, Jacinta, Lucía y Francisco, los asustó. El Ángel dijo: "No teman, yo soy el Ángel de la Paz, oren conmigo: Mi Dios, yo creo, adoro, espero y Te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no confían ni Te aman."

Durante la segunda aparición del Ángel el mensaje a los niños fue, en parte "¡Oren, oren mucho!  Los corazones de Jesús y María tienen designios de misericordia para ustedes." En la tercera aparición el Ángel sostenía en sus manos un cáliz, sobre el cual aparecía una Hostia goteando Sangre que caía dentro del mismo. Entonces, dejando el cáliz y la Hostia suspendidos en el aire, se postró en tierra y repitió esta oración tres veces:

"Mi Dios, yo creo, adoro, espero y Te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman. O, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo Os adoro profundamente. Osofrezco el preciocísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los Tabernáculos del mundo, en reparación por las ofensas, los sacrilegios y la indiferencia con que es  ofendido, y por los méritos de su Sagrado Corazón y del  Inmaculado Corazón de María, Os pido la conversión de los pobres pecadores."

Después de las tres apariciones del ángel y los mensajes, Nuestra Señora se apareció el 13 de mayo de 1917 y le pidió a los niños que dijeran con ella la siguiente oración: "¡Santísima Trinidad, yo Os adoro! ¡ Mi Dios, Mi Dios, Yo Os amo en el Santísimo Sacramento!

Durante los seis meses siguientes ocurrieron seis apariciones de Nuestra Señora que culminaron con el Milagro del Sol el 13 de octubre de 1917, el cual fue visto por setenta mil personas. ¡Este milagro presagia la venida gloriosa de Jesús en el Santísimo Sacramento! Finalmente, en 1929, Sor Lucía recibió la famosa visión de la Santísima Trinidad. Dios, Nuestro Padre y el Espíritu Santo estuvieron presentes junto a  Jesús colgado en la Cruz. Un Cáliz con una Hostia sobre él estaba suspendido al lado de Jesús. De la cabeza de Jesús y de la herida en su costado se veía brotar sangre que caía sobre la Hostia y dentro del Cáliz. De la mano izquierda de Jesús brotaba agua sobre el Altar formando las palabras "Gracias y Misericordia". Nuestra Señora estaba bajo la mano derecha de Jesús, y sostenía su Inmaculado Corazón  en la mano izquierda y el Rosario en la derecha.

            De acuerdo con los mensajes de Fátima, si estas peticiones y direcciones se cumplen y se siguen, el mundo recibirá grandes gracias y mucha misericordia, todo lo cual resultará en una nueva era de paz. ¡El Inmaculado Corazón de María triunfará y estas promesas se cumplirán, cuando el Corazón

Eucarístico de Su Hijo Jesús reine en todo el mundo en la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento!

Los mariólogos han indicado que las devociones a María nos llevan a Jesús en la Eucaristía.

Dondequiera que hay santuarios dedicados a María su Hijo reina en la Sagrada Eucaristía donde es recibido, y se le da culto y adoración. Nuestro Santo {Padre, el Papa Juan Pablo II, escribió en su encíclica mariana de 1988 que "La piedad del pueblo cristiano siempre ha visto un profundo vínculo entre la devoción a la Santísima Virgen y el culto a la Eucaristía." Más tarde, en Junio de 1994, dijo en Roma, hablando sobre la Eucaristia: "También quiero repetirles mi invitación a todas las comunidades cristianas de que practiquen habitualmente la Adoración del Santísimo Sacramento."

En nuestra iglesia Nuestro Señor Eucarístico es el centro de todas las demás devociones así como lafuente primordial de gracia y de misericordia. ¡La fundación, el 13 de mayo, 1856, de la "Congregación del Santísimo Sacramento", por  S. Pedro Julián Eymard, para propagar la Adoración Eucarística Perpetua, encomendándosela  a "Nuestra Señora del Santísimo Sacramento", fue un presagio de su aparición en Fátima el 13 de mayo de 1917! Honremos a "Nuestra Señora del Santísimo Sacramento’’ de la manera que ella más lo desea, recibiendo, adorando y dando gloria a su Hijo en el Santísimo Sacramento!

Nuestra Señora dijo "Haced lo que él os diga" (Jn. 2:5). Lo único que jamás pidió Jesús a sus Apóstoles  fue "¿No podrían velar una hora Conmigo" (Mt. 26:40). ¡Por favor, sean generosos con sus donaciones para propagar la AEP en todo el mundo!