Ocubre 2001                                                                                                                                  Boletín de noticias No. 47
 

 “SI MI PUEBLO SE HUMILLA ANTE MI Y ORA, Y BUSCA MI  PRESENCIA....
 YO REVIFICARÉ SU TIERRA.”  (2 Cap. 7:14)

“Yo animo a los cristianos a visitar con frecuencia a Cristo presente en el Santísimo Sacramento, porque todos somos llamados a permanecer en la presencia de Dios. Jesús no es una idea, un pensamiento o un recuerdo.” “Jesús es una persona viva, siempre presente entre nosotros. Amen a Jesús presente en la Eucaristía” (Citas del Papa Juan Pablo II).

El Jueves Tenebroso  el terror del mal y la muerte del pecado y la destrucción visitaron nuestro mundo, y le robaron miles de preciosas vidas humanas. No hay palabras capaces de expresar adecuadamente y de captar esos momentos de hondo desespero en la historia.  Esa terrible tragedia, nos hizo ver que debemos volver al Dios de la Vida. El 11 de septiembre, Theodore Cardenal McCarrick, arzobispo de Washington, D.C., ofreció las siguientes  palabras, a raíz de los ataques, en la Misa celebrada en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción:

“Como nos dicen los evangelios, el poder sale de Él, no sólo para sanar, pero para fortalecer, para consolar, para proteger, para cuidar, para guiar. Quizás en tiempos como éste lo sentimos de manera especial. Eso es bueno. El poder siempre salía de Jesús. Sale de la palabra que predica, de la enseñanza que nos da en el Evangelio que leemos. Sale de la Eucaristía que es la misma vida de Él dentro de nuestra Iglesia y dentro de nuestro mundo. Jesús es nuestra fuerza y nuestro consuelo. En el Antiguo Testamento, clamamos a Dios como a nuestra roca, nuestra fortaleza, nuestra salvación, nuestro refugio. Él sigue siendo eso y siempre lo será.... Es bueno que estemos con Jesús, porque es ahí donde encontramos la fuerza; es ahí donde encontraremos el consuelo; y es ahí donde finalmente, en el misterio de la Divina Providencia, todo se resuelve.”

¿Es que ha habido un tiempo en la historia humana en el que hayamos tenido mayor necesidad de la Divina Misericordia de Dios, de su amor y de su dirección? Nuestro Santo Padre dijo, “Cualquiera que ora al Salvador [en el Santísimo Sacramento] trae al mundo entero con él y lo alza hacia Dios.” Él siguió diciendo, “A través de la adoración el Cristiano misteriosamente contribuye a la transformación del mundo” (Papa Juan Pablo II , carta al obispo11de Liege, 1996). Cuando Jesús se apareció a Santa Faustina, la mensajera de la Divina misericordia, le dijo  “Yo deseo que la Adoración tenga lugar por la intención de implorar Misericordia para el mundo.”

"La Adoración sanará a nuestra Iglesia y de esa manera a nuestro mundo... La Adoración toca a todos y a todas las cosas... [porque toca al Creador, el cual toca todo y a todos]... Cuando adoramos, nos conectamos con el dinamismo y el poder infinitos. La Adoración es  más poderosa para construir que las bombas nucleares para destruir” (Peter Kreeft, teólogo).

“El tiempo que pasas con Jesús en el Santísimo Sacramento ... ayudará a traer la paz perdurable a la tierra” (Madre Teresa de Calcuta).

“Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de la altura, a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.”  (Lc 1:78-79)

 “Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna” (Jn 6:40). En Fatima, prostrado ante la Sagrada Hostia, el Angel de la Paz nos enseñó una oración de Adoración. Nuestras oraciones ante Jesús en el Santísimo Sacramento son el poder secreto que convertirá al mundo entero. ¡La Adoración Eucarística Perpetua cumple perfectamente todas las peticiones de oración, penitencia y sacrificio que nos hizo Nuestra Señora de Fátima. María, Nuestra Madre Santísima, dijo que si se cumplían sus peticiones Su Corazón Inmaculado triunfaría y habría paz en la faz de la tierra!

“Nunca podemos desestimar el poder de la oración, y siempre debemos confiar en la ayuda de Dios. Encomendamos  nuestros esfuerzos de manera especial a la Madre de Dios y Nuestra Santísima Madre. El Rosario, especialmente cuando se dice en la presencia del Santísimo Sacramento, es un poderoso medio de obtener la gracia espiritual. En todos nuestros esfuerzos para promover la santidad de la vida humana la oración es nuestro primer y más poderoso recurso. Confiemos en el poder de la presencia de Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento y en la intercesión de Su Madre Santísima para guiarnos y ayudarnos” (Reverendísimo Thomas Daily, obispo de Brooklyn, NY). ¡Nuestra Señora, Reina de la Paz, ruega por nosotros!

¡Sus Horas Santas convertirán al Mundo!
¡Sus Horas Santas convertirán el mundo entero a Cristo! La vida de Santa Teresa de Lisieux, la Florecita, es un poderoso testiminio de esto. Aunque nunca salió del convento, y solamente vivió hasta la tierna edad de 24 años, Santa Teresa alcanzó a hacer grandes cosas mediante el poder de la Adoración Eucarística. La Iglesia la nombró patrona de los Misioneros para hacer énfasis en esta importantísima verdad: ¡un alma que se postra ante el Santísimo Sacramento puede cambiar el mundo!

“Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo.
No se turbe vuestro corazón ni se acobarde” (Jn 14:27)

En solidaridad, ofrezcámos Horas Santas de Adoración por las víctimas de los ataques terroristas en New York, Washington D.C., y Pennsylvania, y por sus familias y los que tomaron parte en su rescate. Oren por nuestros
líderes, nuestra nación, nuestro mundo.

 (Propiedad Literaria, Misioneros del Santísimo Sacramento. Derechos reservados).

¡Sea un apóstol por la vida y por la paz!  Ayúdenos a llevar almas a Jesús en la Eucaristía, el Príncipe de la Paz. Sea generoso con sus donaciones deducibles de impuesto para ayudarnos a llegar a todos aquellos más necesitados. Dé un obsequio que continúa dando; recuérdenos en su testamento.

 Para obtener los servicios de un misionero, información y materiales para empezar la A.E.P.
 comuníquese con nosotros :

 MISIONEROS DEL SANTISIMO SACRAMENTO
 P0 Box 1701, Plattsburgh, NY 12901
 E-mail: ACFP2000@aol.com   www.ACFP2000.com
 ¡Comience la Adoración Eucarística Perpetua en su parroquia hoy!