“Visiten al Señor en
ese contacto de 'corazón a corazón' que es la Adoración
Eucarística. Día tras día, recibirán nuevas
energías para ayudarles a confortar a los que sufren y traer paz
al mundo.” “Que una oración constante por la paz se eleve en la
Iglesia mediante el rezo del rosario, por parte de los individuos y de
las comunidades, manteniendo nuestra mirada fija en Cristo Jesús,
nuestra paz” (Juan Pablo II).
El Papa León XIII, en Octubre
13, 1885, tuvo una famosa misión que le causó un desmayo.
Vió a Satanás en toda su furia atacar y destruir a la Iglesia.
El Papa León sabía que nuestro único recurso era apelar
a Nuestra Señora y al Santísimo Sacramento. Escribió
nueve encíclicas sobre el Santo Rosario en las que dió a
conocer su importancia para nuestro tiempo, por lo que fue proclamado “El
Papa del Rosario.” En cuanto al Santísimo Sacramento dijo:
“Las presentes y futuras tribulaciones de la iglesia y de las naciones
son mayores que ninguna de cualquier otro período. La devoción
que Dios nos da para socorrer a la Iglesia y las naciones es la devoción
al Santísimo Sacramento. Predíquenla siempre, predíquenla
en todas partes.” (Del nuevo libro de Louis Kaczamarek
“La Eucaristía y el Rosario)
En la festividad de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, el 13 de Mayo de 1917, Nuestra Señora se apareció en Fátima, en la primera de seis apariciones Esta oportuna visita no fue una coincidencia sino que subrayó la suprema importancia de la Eucaristía y de la devoción a Nuestra Señora. Nuestra Santísima Madre le pidió a los niños que dijeran con ella : “¡Santísima Trinidad, yo os adoro! ¡Señor mío, Señor mío, yo os amo en el Santísimo Sacramento.” Entonces María dió instrucciones a los niños que “Rezaran el rosario diariamente para obtener la paz en el mundo.” ¡ La última aparición de Nuestra Señora de Fátima, vista por 70,000 personas, ocurrió el 13 de Octubre de 1917, y culminó con el Milagro del Sol! Este milagro fue una manifestación de la gloria de Jesús en la Eucaristía, uniendo el mes de octubre dedicado a “Nuestra Señora del Rosario” con la Adoración de Jesús en el Santísimo Sacramento. Nuestra Señora dijo: “Yo soy la Señora del Rosario, y deseo que se fabrique una capilla en este lugar en mi honor.” En el curso de sus apariciones Nuestra Señora pidió que vayamos a confesarnos, que recibamos y adoremos frequentemente a Jesús en el Santísimo Sacramente, que digamos el Rosario diriamente, y que hagamos sacrificios por la conversión de los pecadores. En su última visita apareció junto a San José, quien tenía en brazos al Niño Jesús mientras bendecía a todos—haciendo destacar la importancia de invocar su intercesión. María aparecía vestida como Nuestra Señora del Monte Carmelo, con el escapulario carmelita, subrayando el valor del mismo como instrumento sacramental. Nuestra Señora de Fátima prometió “Mi Corazón Inmaculado será vuestro refugio y la senda que les llevará a Dios.” “Si hacen lo que les digo, muchas almas se salvarán y habrá paz.” “Mi Corazón Inmaculado triunfará.” La Adoración Eucarística Perpetua cumple a la perfección lo que pide Nuestra Señora. ¿Estamos nosotros respondiendo a su llamado para que haya paz?
En su Diario de un Alma, el Ven. Papa Juan XXIII escribió, “O Jesús en el Santísimo Sacramento, yo quisiera estar lleno de amor por Ti: guárdame íntimamente unido a Ti, que mi crorazón esté cerca del Tuyo. Yo quiero estar cerca de Ti como el apóstol Juan. O María del Rosario, hazme permanecer sosegado cuando digo estas oraciones tuyas; manténme unido a ti para siempre, con tu rosario, y con Jesús en el Santísimo Sacramento. Bendito sea Jesús, mi Amor, bendita sea la Inmaculada Virgen María.” El Ven. Papa Juan XXIII siempre rezaba las 15 décadas del Rosario durante su Hora Santa diaria.
Santa Teresa, Patrona de
las Misiones & Doctora de la Iglesia (1873-1897), Francia-Oct. 1
La Religiosa Carmelita Santa Teresa
de Lisieux dijo sobre la oración ante el Santísimo Sacramento:
“Es ahí donde encuentro
mi único consuelo” y “Yo sentía que era mejor hablarle
a Dios que hablar de Él.”
Festividad de los
Angeles Guardianes—Oct. 2
“Guardaos de despreciar a uno estos
pequeños: porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos,ven
continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mt
18:10). “En presencia de los ángeles salmodio
para ti, mi Dios” (Salmo 137:1). “Cuando pases
por la capilla y no tengas tiempo para detenerte, dile a tu Angel Guardian
que lleve tus mensajes al Señor en el tabernáculo.
Él los llevará y después tendrá tiempo de alcanzarte”
(Sta. Bernardette Soubirous)
San Francisco de Asís,
Fundador de los Franciscanos, (c. 1181-1226), Italia—Oct. 4
Al preguntársele lo que
hacía durante sus horas diarias ante el Santísimo Sacramento,
San Francisco contestó: “Hijo mío, yo te pregunto a ti ¿qué
hace el hombre pobre a la puerta del rico, el enfermo en la presencia de
su médico, el sediento ante un arrollo límpido? Lo que ellos
hacen es lo que yo hago ante el Dios Eucarístico. Yo rezo.
Yo adoro. Yo amo.”
Nuestra Señora del
Rosario—Oct. 7
“Lo que es la Eucaristía
en el orden de los Sacramentos, eso es el Rosario en el orden de los sacramentales,
el misterio y pueba de fe—el examen por el que se juzga la humildad del
alma. La marca del Cristiano es el deseo de buscar la Divinidad en
la carne de un bebe en la cuna, el Cristo que permanece continuamente bajo
la apariencia de pan sobre el altar, y una meditación y una oración
en una cuerda de cuentas” (Arzobispo Fulton J. Sheen)
Santa Teresa de Avila,
Carmelita y Doctor de la Iglesia (1515-1582), España-Oct. 15
Un día Santa Teresa, monja
y gran mística, escuchó decir a alguien: “Si solamente yo
hubiera vivido en el tiempo de Jesús . . . Si solamente yo
hubiera visto a Jesús . . . Si solamente yo hubiera hablado
con Jesús . . .” A esto ella respondió: “¿Pero,
no tenemos en la Eucaristía al Jesús vivo, verdadero y real
presente ante nosotros? ¿Porqué buscar más?”
Santa Magarita María,
Apóstol del Sagrado Corazón (m. 1690) Francia—Oct. 16
Santa Margarita María, hermana
de la Visitación, escribió: “Su Sagrado Corazón es
una fuente inagotable de misericordia . . . . Y es siempre la misma
todos los días en el Santísimo Sacramento del altar.”
San Isaac Jogues y los
Mártires Norteamericanos (1607-1646) Francia—Oct. 19
Era ante Jesús en el Santísimo
Sacramento, al que amaba, y a quien el Padre Jogues ofrecía diariamente
todas sus oraciones, inclusive el Santo Oficio, apremiando a sus compañeros
a hacer lo mismo.
Oración por los Sacerdotes:
Guárdalos, amado Señor, guárdalos porque son Tuyos—Tus
sacerdotes cuyas vidas se queman ante Tu santuario consagrado. Guárdalos
porque están en el mundo, aunque apartados del mundo; cuando los
placeres sensuales los tienten—protégelos en Tu Corazón.
Guárdalos y confórtalos en las horas de soledad y de dolor,
cuando toda su vida de sacrificio por las almas les parezca en vano.
Guárdalos, y O recuerda, Señor, que no tienen a nadie sino
a Ti, que sólo tienen corazones humanos, con humana fragilidad.
Guárdalos tan puros como la Hostia, que diariamente acarician; Sírvete
bendecir todos sus pensamientos, sus palabras y sus acciones, amado Señor.
Amen.
¡Ore y trabaje por la Paz! Ayúdenos a traer personas a Jesús, a través de María, mediante la Adoración Eucarística Perpetua! Por favor sean generosos con sus oraciones y sus donaciones.
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