Adoración Eucarística Perpetua UN SOLO SEÑOR |
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Sobre la adoración al Santísimo Sacramento, el Concilio Vaticano II dice, “Permaneciendo ante nuestro Señor Jesucristo, [los fieles] disfrutan de su trato íntimo, le abren su corazón pidiendo por sí mismos y por todos los suyos, ruegan por la paz y la salvación del mundo” (Presbyterorum ordinis). Doce razones bíblicas y doce enseñanzas de la Iglesia que explican la importancia y necesidad de velar una Hora Santa a la semana ante la presencia de Jesús Sacramentado: RAZONES BÍBLICAS 1. ¡Él está realmente allí! “Yo soy el pan de vida bajado del cielo” (Jn 6, 35) 2. ¡Por Su infinito amor por ti, Día y noche Jesús habita en el Santísimo Sacramento! “Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.” “Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti”. (Mt 28,29; Jer 31,3) 3. Cada hora que pasas con Jesús hará que Su paz divina se ahonde en tu corazón. “Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso”. “Confiadle todas vuestras preocupaciones, pues Él cuida de vosotros”. (Mt 11,28; 1 P 5,7) 4. Jesús te dará todas las gracias que necesitas para ser feliz en esta vida. “Porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida”. (Ap 7,17) 5. Cada momento que pasas ante Su presencia Eucarística hará que aumente Su vida divina dentro de ti, y profundizará tu relación personal y tu amistad con Él. “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. “Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada”. (Jn 10,10; 15,5) 6. Cada hora que pasas con Jesús en la tierra hará que tu alma sea eternamente más bella y gloriosa en el cielo. “Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado”. “Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos”. (Lc 18,14; 2 Co 3,18) 7. Jesús te bendecirá a ti, a tu familia y al mundo entero por esta hora de fe que pasas con Él en el Santísimo Sacramento. “Dichosos los que no han visto y han creído”. La fe puede mover montañas. “Solamente ten fe”. “Mira que hago un mundo nuevo”. (Jn 20,29; Mc 5,36; Ap 21,5) 8. ¡Por la paz en nuestro país! “si mi pueblo. . . se humilla, orando y buscando mi rostro. . . sanaré su tierra”. (2 Cro 7,14) 9. Cada momento que pasas con Jesús en el Santísimo Sacramento ¡le causa alegría a Su Sagrado Corazón! “mis delicias están con los hijos de los hombres”. (Pr 8,31) 10. Cuando contemplas la Sagrada Hostia, estás viendo a Jesús, el Hijo de Dios. “Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día”. (Jn 6,40) 11. Jesús merece infinitamente nuestra acción de gracias y adoración incesantes por todo lo que Él ha hecho por nuestra salvación. “Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza”. (Ap 5,12) 12. Jesús te pide a cambio que lo ames pasando una hora a la semana en silencio con Él en el Santísimo Sacramento. “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”. “¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo?” (Mt 6,21; 26,40) ENSEÑANZAS DE LA IGLESIA 1. ¡Esta es una invitación personal de Jesús para ti! “Jesús nos espera en este Sacramento del amor”. (Art. 3)* 2. ¡Te necesitamos muchísimo! “La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico”. (Art. 3)* 3. Tu hora con Jesús hará reparación por los males del mundo y traerá paz en la tierra. La Iglesia dice: “No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo . . . No cese nunca nuestra adoración”. (Art. 3)* 4. ¡Todo momento que pasas con Jesús Sacramentado te hará crecer espiritualmente! “El empeño esencial y, sobre todo, la gracia visible y fuente de la fuerza sobrenatural de la Iglesia como Pueblo de Dios, es el perseverar y el avanzar constantemente en la vida eucarística, en la piedad Eucarística, el desarrollo espiritual en el clima de la Eucaristía”. (Art. 20)** 5. ¡Jesús cuenta contigo! “Todos en la Iglesia, pero sobre todo los Obispos y los Sacerdotes, deben vigilar para que este Sacramento de amor sea el centro de la vida del Pueblo de Dios, para que, a través de todas las manifestaciones del culto debido, se procure devolver a Cristo ‘amor por amor’, para que Él llegue a ser verdaderamente ‘vida de nuestras almas’”. (Art. 20)** 6. ¡Jesús desea que estés dispuesto a hacer algo más aparte de ir a Misa los domingos! “La Iglesia Católica profesa este culto latréutico [de adoración] que se debe al Sacramento Eucarístico no solo durante la Misa, sino también fuera de su celebración, conservando con la mayor diligencia las Hostias Consagradas, presentándolas a la solemne veneración de los fieles cristianos”. “La visita al Santísimo Sacramento que es . . . prueba de gratitud, signo de amor y deber de adoración a Cristo Nuestro Señor allí presente”. (Arts. 60 y 67)*** 7. Si el Papa personalmente te hiciera una invitación especial de visitarlo en el Vaticano, este honor no sería nada en comparación al honor y dignidad que Jesús mismo te concede al invitarte a que pases una hora a la semana con Él en el Santísimo Sacramento. “Todos saben que la divina Eucaristía confiere al pueblo cristiano una incomparable dignidad”. (Art. 68)*** 8. ¡Día y noche Jesús habita en el Santísimo Sacramento porque tú eres para Él la persona más importante en el mundo! “La Eucaristía es conservada en los templos . . . puesto que bajo el velo de las Sagradas Especies contiene a Cristo Cabeza invisible de la Iglesia, Redentor del mundo, centro de todos los corazones. De aquí se sigue que el culto de la divina Eucaristía mueve fuertemente el ánimo a cultivar el amor ‘social’”. (Art. 69 y 70)*** 9. ¡El tiempo que pasamos con Jesús, nuestro Mejor Amigo, en el Santísimo Sacramento es el mejor tiempo que vivimos en este mundo! “Y cuán valiosa es una conversación con Cristo [en el Santísimo Sacramento]: no hay cosa más suave que esta, nada más eficaz para recorrer el camino de santidad”. (Art. 69)*** 10. De la misma manera que cuando te expones al sol no puedes dejar de recibir sus rayos, así cuando estás ante el Santísimo Sacramento no puedes dejar de recibir los divinos rayos de Su gracia, Su amor, Su paz. “Cristo es verdaderamente el Emmanuel, es decir ‘Dios con nosotros’. Pues día y noche está en medio de nosotros, habita con nosotros lleno de gracia y de verdad”. (Art. 67)*** 11. Con Su misericordia que transforma, Jesús hace que nuestro corazón sea uno con el de Él. Jesús se queda en la Sagrada Eucaristía y “ordena las costumbres, alimenta las virtudes, consuela a los afligidos, fortalece a los débiles, incita a su imitación a todos los que se acercan a Él, a fin de que con Su ejemplo aprendan a ser mansos y humildes de corazón, y a buscar no las cosas propias sino las de Dios”. (Art. 68)*** 12. Si Jesús se hiciera realmente visible en la Iglesia, todos correrían a darle la bienvenida. Bajo la apariencia de pan, Él permanece oculto en la Sagrada Hostia porque nos llama a la fe. “El Santísimo Sacramento que es . . . el corazón latente de cada una de nuestras iglesias. Por eso estamos obligados, por un deber ciertamente dulce, a honrar y adorar en la Sagrada Hostia, la que nuestros ojos ven, al propio Verbo Encarnado, el que ellos no pueden ver, y que sin dejar el cielo se hace presente ante nosotros”. (Art. 26)**** * Papa Juan Pablo II, Dominicae Cenae ** Papa Juan Pablo II, Redemptor Hominis *** Papa Pablo VI, Mysterium Fidei **** Papa Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios “Nuestro Señor siempre nos ha socorrido en las grandes tribulaciones con una devoción especial. Las tribulaciones presentes y futuras por las que están pasando la Iglesia y las naciones, son más grandes que en cualquier otro periodo; asímismo, la persecución es más poderosa ahora que en tiempos anteriores. Por consiguiente, la devoción que actualmente Dios está dando a Su Iglesia y a las naciones es la devoción a la Santísima Eucaristía. Ella es superior a todas las otras devociones”. “Nuestra propia creencia es que la renovación del mundo se efectuará sólo con la Santísima Eucaristía”. (Papa Leo XIII) “La devoción a la Eucaristía es la más valiosa porque tiene a Dios como su objeto; es la más beneficiosa para la salvación porque nos da al Autor de la Gracia; es la más dulce, porque el Señor mismo es dulce”. (Papa S. Pio X) En la introducción de Mysterium Fidei (El Misterio de la Fe), “sobre la doctrina y culto” de Jesús en la Sagrada Eucaristía, el Papa Pablo VI explica que él escribió esta encíclica “para que la esperanza suscitada por el Concilio [Vaticano II] dé una nueva luz de piedad Eucarística que inunde a toda la Iglesia y no se vea frustrada por los gérmenes ya esparcidos de falsas opiniones”. “La visita al Santísimo Sacramento . . . es un gran tesoro de la fe Católica, cultiva el amor social y nos da oportunidades para adorar, dar gracias, hacer reparación y petición . . . La Adoración del Santísimo Sacramento [está] . . . completamente de acuerdo con la enseñanza del Concilio Vaticano II”. (Papa Juan Pablo II, Parque de Phoenix, Irlanda, 1979) “Efectivamente, la Adoración permanente – tenida en tantas iglesias de la ciudad, en varias de ellas incluso durante la noche – ha sido un rasgo enriquecedor y característico de este Congreso. Ojalá esta forma de adoración, que se clausurará con una solemne vigilia eucarística esta noche, continúe también en el futuro, a fin de que en todas las Parroquias y comunidades cristianas se instaure de modo habitual alguna forma de adoración a la Santísima Eucaristía”. (Discurso del Papa Juan Pablo II, con motivo del XLV Congreso Eucarístico Internacional de Sevilla, 7 de junio de 1993.) “Fuera de la celebración Eucarística, la Iglesia se preocupa por venerar el Santísimo Sacramento . . . Permaneciendo en silencio ante el Santísimo Sacramento, es a Cristo, total y realmente presente, a quien descubrimos, a quien adoramos y con quien estamos en relación”. (Carta del Papa Juan Pablo II al Obispo de Lieja, Bélgica, Mayo 1996.) ADORACIÓN EUCARÍSTICA PERPETUA: SU AMOR ES ETERNO En una carta dirigida a un niño que se estaba preparando para recibir su Primera Comunión, el Papa Juan Pablo II escribió lo siguiente sobre la Sagrada Eucaristía: “Jesús es el mejor amigo que jamás tendrás . . . cuéntale tus secretos, tus alegrías y lo que te entristece. Háblale de las personas que tú amas”. Jesús te invita a pasar una Hora Santa especial con Él a la semana. Esta hora la puedes pasar como más te guste: puedes usar tus propios libros de oración, usar los que están en la capilla, leer la Biblia, rezar el Rosario, o simplemente quieras sentarte, relajarte y disfrutar de la dulce paz que se recibe al estar en la Presencia del que te ama más que nadie. Tal vez pienses que no puedes rezar bien. No dejes que esto te descorazone. El simple hecho de separar específicamente una hora a la semana para acompañarlo en el Santísimo Sacramento, ya es de por sí una oración de gran fe. La Adoración Eucarística Perpetua dura tanto como el amor de Nuestro Señor por nosotros en el Santísimo Sacramento que dura para siempre. Puesto que Él nos ama tanto como para querer quedarse con nosotros día y noche, igualmente nosotros debemos amarlo tanto como para querer estar con Él día y noche. El Papa Juan Pablo II dice: “Él es un Dios que está cerca, un Dios que espera por nosotros, un Dios que escogió quedarse con nosotros. Cuán fácil es estar cerca de Él cuando tenemos fe en esta Presencia Real para adorar al Amor de los amores y cuán fácil es comprender las expresiones de amor de los cristianos a través de los siglos en torno a la Eucaristía”. (Congreso Eucarístico, Perú, 1988) ¡Jesús te invita a pasar una hora especial con Él! La única vez que Jesús les pidió algo a sus amigos fue en su agonía en el Huerto de Getsemaní. Jesús les dijo: ¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? (Mt 26,40) Imagínate a Nuestra Santa Madre, al Papa, o al Presidente de la nación invitándote a pasar una hora especial a la semana con ellos. ¡Te sentirías la persona más importante del mundo! Te sentirías muy contento, le contarías a todos tus amigos y serías fiel a tu compromiso semanal. No dejarías que nada se opusiese a tu compañía con alguien tan importante como Nuestra Señora, el Santo Padre o el Presidente. ¿Responderás con menos entusiasmo a la invitación que te hace Nuestro Señor? ¿Es Jesús lo suficientemente importante para ti como para separar una hora especial a la semana para estar con Él? Sólo una hora, una vez a la semana, es todo lo que te pide. Simple y llanamente, Jesús es la prioridad número uno. Pon a Dios primero en todo lo que hagas, y el te dirigirá y coronará tus esfuerzos con el éxito. (Pr 3,6-10) Con el fin de tener una vigilia de oración constante ante el Santísimo Sacramento, que es la Adoración Eucarística Perpetua, necesitamos que alguien cubra cada hora. Por consiguiente, es necesario que las personas se apunten para pasar una hora a la semana con Jesús, por ejemplo, el jueves a las 3 p.m. De esta manera se podrá organizar para que alguien esté siempre con Jesús cubriendo las 168 horas de la semana. Como Jesús se encuentra oculto en la Sagrada Hostia, a veces consideramos Su amor y Su presencia como algo natural o un derecho adquirido. Algunas personas se sienten inseguras de hacer el compromiso por una hora específica porque dejan que otras personas y otras cosas precedan a Jesús en el Santísimo Sacramento. ¡Tu fe hará fácil este compromiso! “La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven”. (Hb 11,1) Tu fe ayudará a que tengas convicción de ello: Lo más importante que harás esta semana es pasar una hora con Jesús en el Santísimo Sacramento. Piensa en las palabras del Papa, “Jesús te espera en este Sacramento del amor”. (Dominicae Cenae, Art. 3) Tu deseo de escoger una hora específica es una expresión preciosa de tu fe en Jesús en el Santísimo Sacramento. En la hora especial que pasas semanalmente adorando a Jesús le muestras que le amas y que es bien recibido. No dejes de separar una hora especial por temor a que algunas veces no puedas cumplirla. Habrá un sistema de substitutos para casos especiales y de emergencia. Piensa en las palabras de la Escritura: “¡Ánimo, levántate! Te llama”. (Mc 10,49) Cuando llegues al cielo Jesús te agradecerá y te amará eternamente por tu fidelidad en pasar, semanalmente, una hora específica con Él en el Santísimo Sacramento. Por eso Él dice, “Dichosos los que no han visto y han creído”. (Jn 20,29) |
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