“Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino
Hijo, Jesucristo, en unión con todas las Misas que se celebran en el mundo
entero en este día, por todas las Benditas Almas del Purgatorio, por los
pecadores en todas partes, por los pecadores en la Iglesia universal y por
aquéllos en mi propio hogar y dentro de mi familia. Amén” (Nuestro Señor le
dijo a Santa Gertrudis que cada vez que se rezara esta oración, 1000 almas
se salvarían del Purgatorio).
La coronilla de Santa Gertrudis se reza con las
cuentas de un rosario tradicional. Mientras se sostiene el Crucifijo recitar
el Credo. En las siguientes cuentas rezar 1 “Padre Nuestro,” 3 “Ave Marías”
y 1 “Gloria.” En las cuentas grandes, al principio de cada década, rezar el
“Padre Nuestro.”
En cada una de las diez siguientes cuentas pequeñas, recitar: “Padre
Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo, Jesucristo, en
unión con todas las Misas que se celebran en el mundo entero en este día,
por todas las Benditas Almas del Purgatorio, por los pecadores en todas
partes, por los pecadores en la Iglesia universal y por aquéllos en mi
propio hogar y dentro de mi familia. Amén.”
Al concluir cada década, decir: “Sacratísimo Corazón de Jesús, haz que los
corazones y las mentes de los pecadores se abran a la verdad y a la luz de
Dios Padre.” “Inmaculado Corazón de María ruega por la conversión de los
pecadores en el mundo entero.” Y 1 “Gloria.”
Cada vez que se reza la coronilla completa de Santa Gertrudis, Nuestro
Señor salva 50000 almas del purgatorio.